viernes, 12 de agosto de 2011

¿Y si fuera hétero?

Más de una vez he pensado en la siguiente pregunta: ¿qué sería de mi si fuera heterosexual?

Desde que tengo uso de la razón sé que las mujeres no me excitan, pero aparentemente éste sentimiento no es recíproco puesto que ya más de una chica me ha hecho saber que yo le gusto. Reitero como en el primer post, que yo no me considero muy lindo -independientemente de que mi mamá y los siempre calientes excitados del videochat me lo digan- pero pese a ello y no sé si por obra del sex-appeal o qué, pero más de una se me ha insinuado o incluso me han llegado a manosear sutilmente. Si bien entiendo que algunas mujeres no me tocarían ni con un láser -en parte porque deliberadamente me muestro como asexuado para evitar problemas mayores relacionados con mi estadía en el armario-, me sorprende de sobre manera que a algunas sí les guste y en parte también me reconforta, me hace sentir como un sex symbol, y aunque por el otro lado las oferas -aunque siempre mínimas por mi casi nula vida en el ambiente- no han mermado, es muy reconfortante saber que los seres más maravillosos de la evolución me aprecian de ese modo. Todo esto, me ha hecho cuestionar algo que tenía guardado desde que asumí que lo que me gustan son los hombre y no hay nada malo en ello: ¿cómo sería mi vida siendo heterosexual? para dar respuesta a este dilema, tendría que hacer una introspectiva (que hay que darle un poco de uso a esa palabra que da nombre al Blog): suponiendo en primer lugar que mis necesidades sexuales y afectivas estarían cubiertas por las preciosas mujeres que se me han insinuado, tendría que pasar al plano político: ¿seguiría siendo de izquierda? la respuesta pese a que me duela, posiblemente sea que no; nacido y criado en el seno de una familia blanca (es decir: del Partido Nacional), y siendo yo heterosexual, mis convicciones políticas seguramente serían de derechas, es decir: la izquierda que me conquistó luchando por mis derechos y me convenció luchando por mis principios jamás hubiese sido una opción en mi vida. En el plano social, cultural, etc, quizá tampoco sería quién soy hoy en día: mis constantes críticas a las instituciones sociales, culturales, a sus normas, etc. jamás se hubiesen presentado de no ser yo una especie de marginado -no de hecho puesto que nunca se enteraron de mi orientación sexual pero sí simbólicamente-. En cuanto al plano religioso, mucho me temo que sería católico y no agnóstico, ésto también se desprende del criticismo generado por ésta institución que después de pedirme la limosna me llamaba abominación y me condenaba al infierno. En fin, de yo ser heterosexual sería todo lo que temo, menos intolerante, puesto que lo que sí destaco de mi familia, es que pese a sus “principios” son tolerantes con todos, desde la comunidad lgtbiq hasta con los delincuentes deshumanizados por la derecha de éste país. Entonces, si yo al ser yo hétero sería tan hijo de puta, ¿por qué no sentirme orgulloso de ser como soy? la verdad, cada día me voy afianzando más en mis posturas gracias a una multiplicidad de factores que han sido determinantes en mi formación personal. Y no siempre es fácil afrontar la vida en un antagonismo constante con la heteronormativadad, pero “al mal clima buena cara” y así, con un cacho de entusiasmo, las cosas salen como corresponde.

1 comentario:

  1. Hermano eres grande pero el ser gay no precisamente te hizo ser de izquierda y agnostico es decir yo soy hetero y soy de izquierda y estoy de acuerdo con tigo en practicamente todo con la excepcion que soy catolico pero respeto tu posturo como la de todos al igual que tu sexualidad pero fuera de eso creo que eres admirable aunque no creo que ser gay te haya hecho quien eres

    ResponderEliminar