miércoles, 17 de agosto de 2011


Hace unos días atrás, un viernes recuerdo, mis compañeros de clase se organizaron para ir todos juntos al quilombo prostíbulo, razón por la cual me invitaron y así "perdía la virginidad" me dijeron. Como es lógico no acepté la invitación, alegué sencillamente que no podía, que tenía otras cosas que hacer, y era verdad: no podía. Fue entonces cuando el "neo-tribunal inquisidor" nuevamente empezó a deliberar sobre mi persona: "¿cómo que no vas a ir?" "¿tenés miedo?" "¡sos un cagón!", "¡andá puto!, una vez que probás no querés dejar más" entre otras, fueron las sentencias que escuché de parte de unos pocos. El problema no era ahí que pensaran que a mi no me gustaban las mujeres puesto que ni se lo imaginaron. El problema radica justamente en ésta última parte: ni se lo imaginaron... No se les pasó por la cabeza que un hombre puede no ser heterosexual y por ello puede desinteresare completamente ir a un prostíbulo o quizá hasta siendo heterosexual puede directamente no tener ganas de ir o incluso estar contrario ideológicamente a ir a tal lugar, pero nada de esto se les pasó por la cabeza.

En nuestra sociedad machista, heteronormativa, patriarcal y falocéntrica un hombre debe tener sexo con cuantas mujeres pueda y si no lo hace hay que "convencerlo" o "sancionarlo". No hay otra salida, sino cumplimos con nuestros roles asignados meramente por nuestro status de "hombres" (es decir: ser heterosexuales, mujeriegos, tener hijos a determinada edad, etc.) debemos afrontar una sanción que aveces es simbólica, pero muchas otras es real. Yo me tuve que aguantar las especulaciones sobre mi persona, creen que soy virgen, que no conozco nada de sexo, que hay que explicarme porque no sé o pagarme una prostituta para que aprenda. afortunadamente mi madurez me permite observar objetivamente estos acontecimientos y lo que otrora me causara malestar hoy me causa gracia. Pero debo reconocer que ésto no es para la broma, día a día muchas personas LGTBIQ pierden la vida empujados por una sociedad que los hunde en una depresión por amar a quienes "no deben" amar ya sea por el suicidio o incluso por los viles asesinatos que los verdugos de la "norma"  realizan. Muchas veces pienso que si mi situación se complica, cómo será la situación de las mujeres con su rol asignado de subordinación al hombre, con la invisibilización de las lesbianas, con el repudio a su libre sexualidad con la marginalización, etc. En fin, después viene algún perdido a decir que somos una sociedad abierta...

3 comentarios:

  1. Los estereotipos tienen gran peso en la sociedad. Suprimen las individualidades. Son una forma invisible de encasillar a las personas. De crear "tribus" invisibles. En las que los individuos responden de la misma forma a los estímulos. Lo que sucedió es que vos en el imaginario del grupo pertenecés a esa tribu y en un momento de "prueba" de lealtad vos los dejaste de lado. Los ignoraste. Por eso es que enseguida tratan de convencerte de que te unas a ellos. El hecho de ir o no a un prostíbulo es simbólico. No va por el hecho de que tengas o no sexo. Va por el hecho de que es un acto de camaradería. Podía pasar por otra cosa perfectamente. Es una muestra de que si bien somos seres "civilizados" todavía se mantienen ciertos paradigmas primitivos.

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  2. Ufff, por donde empiezo jaja, verás tu planteamiento de la heteronormatividad conforme a esta sociedad patriarcal es muy bueno, el ejemplo sin duda extremo a mi entender pero interesante al fin y al cabo. Por un lado considero que como mencionas arriba no se lo imaginan el que alguien no sea heterosexual, sin duda este punto es el más interesante, como somos condicionados y bombardeados constantemente con el canon y estereotipo además de la idea de que a los niños les gustan las niñas; los niños azul las niñas rosa, los niños camiones y cohes, las niñas muñecas, inconcientemente nuestro entorno nos embota ideas que nos meten en una especie de canal o sendero por el cual debemos circular y vivir, el problema de la homosexualidad es que rompe con ese canal y con el molde, puesto que choca con todo ese condicionamiento. Esto es lo que provoca ese sentimiento de distancia, de incomprensión, de aislamiento, de soledad, etc. Todo esto es lo que derivará, conforme al desarrollo del individuo, en que se acepte y conviva con su orientación o que niegue su realidad e intente a la fuerza entrar en el canal, cosa inconseguible.
    Por otro lado comentar que me gustaría que hicieras una publicación acerca de la lesbofobia, aggradecería ver y leer tus opiniones acerca del tema, puesto que aquí lo mencionas con lo de la invisibilidad y otros puntos, tomola en cuenta ok. Comentar por último sobre el comentario de Nacho, verás considero que algunos de los puntos mencionados son verídicos aunque otros no, cuando planteas esta postura científico pseudolímbica creo que debes ceñirte un poco al empirismo propio de la ciencia, con esto quiero decir que no termino de encontrar lo que dices. Considero que el sentimiento de tribu o grupo no es algo primitivo o primario inherente al ser humano, considero que es una estructura social, inherente a la ideologia y al sentimiento de necesidad de grupo conforme a la sociedad. Creo que en el ejemplo del prostíulo si era por el tener o no sexo, puesto que está establecido que el hombre siempre quiere sexo y además fue creado para reproducirse y fecundar, de ahi parte el falocentrismo, por eso creo que chocó más en sus compañeros al no ir con ellos.
    El estereotipo en si mismo no solo encasilla sino que tambien condiciona, el problema es que no solo tenemos el estereotipo también tenemos las etiquetas y los diferentes canones impuestos.
    Siempre me alargo!! lo siento: Que una cosa sea verdad no significa que sea convincente, ni en la vida, ni en el arte.

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  3. Nacho y Gurucler: gracias por sus comentarios!! =D Gurucler, prometo escribir pronto sobre la lesbofobia, y no me gustaría entrar en la discusión porque verdaderamente me abruma jeje, saludos y gracias por estar ahí =D

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