viernes, 20 de julio de 2012

Angustia

En este momento debería estar trabajando. Pero francamente no me dan las ganas para hacerlo. Podría decir que mi trabajo me agota, pero esa palabra quedaría floja. Mi trabajo no me agota; me exprime. Me quita las ganas de ver una computadora (vale aclarar que mi trabajo no es físico, resultaría grandilocuente si dijera que es un trabajo intelectual, pero aquí quien se expresa soy yo y no tengo tapujos en decirlo: mi trabajo es intelectual -hasta me siento importante diciéndolo jiji-) y me angustia cada vez que recibo un correo electrónico de mi jefe, o de alguna persona de mi trabajo.
Siento que siendo tan joven asumí una responsabilidad de la cual no me siento a la altura, y creo también que las personas que me contrataron depositaron en mi una confianza que temo traicionar.
Lo que me amarga, o me disgusta si lo prefieren, es justamente no poder estar a la altura de las circunstancias y esto trae, o traerá aparejado, serias consecuencias para mi futuro laboral y para el presente de varias personas que dependen de mi correcto desempeño.
Ya sé que en este momento no debería escribir esto sino que tendría que trabajar, pero de la misma manera que con hambre no se puede pensar, con disgusto no se puede trabajar. O si se puede, es verdaderamente un martirio.
Estoy terminando mis estudios y al mismo tiempo tengo un trabajo que me distrae de la mayoría del tiempo que cualquier adolescente a esta altura estaría disfrutando, y lo que persigo con esto no es dinero sino que referencias laborales (que me prometieron, y en esta institución son muy buenas). En fin, por un "futuro mejor" me estoy olvidando de tener un digno presente.
 ¡Me estoy olvidando de vivir! o bueno... si lo hago, no puedo evitar de pensar en el trabajo. Es como tener un examen importantísimo al día siguiente pero todos los días.
Para empeorar la situación, soy un adolescente. Mayor de edad, sí, pero adolescente al fin. Y en mi trabajo estoy junto a una socióloga, una abogada y un maestro en una relación de pseudo horizontalidad que no puedo mantener.

Pensaba estar súper calificado para la tarea, pero no. No lo estoy, y cuál es mi tristeza...
El único consuelo que me queda es que este trabajo terminará pronto, en unas semanas, y en el mejor de los casos saldré con unas referencias laborales que cualquier universitario envidiaría.

¿Se han sentido en algún momento así?

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